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“Tu propósito explica lo que estás haciendo con tu vida. Tu visión explica cómo estás viviendo tu propósito. Tus metas te permiten realizar tu visión.” ~ Bob Proctor

Al Gore fue Vicepresidente de Estados Unidos bajo la Presidencia de Bill Clinton.  Luego fue candidato a la Presidencia en el año 2,000 cuando perdió las elecciones presidenciales frente a George W. Bush.   Tras levantar una gran expectación, no se presentó a las elecciones primarias demócratas de 2004.

A lo largo de los primeros días de su vida, Al Gore experimentó muchos triunfos y fracasos en su carrera. Entró en la política porque su padre estaba en la política y porque pensaba que podría hacer una diferencia a través de la política.

Pero el propósito de la vida de Al Gore era más que gobernar desde la Casa Blanca, una verdad que sólo él encontró mucho más tarde.  Le llevó muchos años descubrir que su verdadera pasión estaba en aumentar el conocimiento del público sobre el tema del calentamiento global.

El verdadero propósito en la vida de Al Gore se volvió más claro para él sólo cuando dejó el campo de batalla político. Y en este nuevo propósito fue donde destacó. Su persistencia en seguir su nuevo propósito lo llevó a documentar “La Verdad Incómoda” (The Inconvenient True), un documental que ganó un Oscar y le otorgó un Premio Nobel de la Paz.

Sus triunfos y pérdidas son puestos elocuentemente en este párrafo tomado de un artículo:

“Lo más importante es lo que Al Gore hizo después de su pérdida. Él era un hombre. Era un buen hombre.  No se dio por vencido en hacer una diferencia en el mundo.  Luchó por lo que él creía.  Mantuvo su buen sentido a pesar de sus fracasos colosales.  Él ha hecho más que cualquier otra persona viva para poner el cambio climático de nuevo en la agenda política mundial, y todo esto vino de un hombre que fracasó cuando la historia más lo necesitaba, que no podía doblar la historia incluso un poco en su momento más oportuno.  Al Gore fracasó en convertirse en un gran hombre, lo que Gore demostró, sin embargo, fue que él era algo mejor y más raro – un buen hombre que, siendo pasado por alto por la historia, prefirió hacer la diferencia que pudo.”

Allá en 1954 nació una pequeña niña en Mississippi.  Las circunstancias en las que nació y la situación económica de su familia, la obligaban a que su única aspiración en la vida fuera ser una empleada de limpieza, cocinera o lavaplatos.

Un día, la niña estaba en la cocina batiendo mantequilla, mientras que su abuela estaba en el patio trasero hirviendo ropa en una olla de hierro grande y negra.

Cuando su abuela sacó las ropas vaporosas de la gran olla para colgarlas en el lazo del patio para que se secaran, se volvió hacia su nieta y dijo: “Será mejor que me mires ahora, porque un día vas a tener que saber cómo se hace esto”.   Así que la pequeña vio y aprendió de su abuela como colgar la ropa hirviendo.

Pero una pequeña voz le habló a la niña – era más un sentimiento que una voz real – y dijo:  “Esta no va a ser tu vida. Tu vida será más que tender la ropa en un lazo.”

Y fue verdad.

La pequeña niña es hoy en día Oprah Winfrey.

Desde el pasado de una niña pobre que nació en una época donde las oportunidades eran escasas, Oprah Winfrey vive para ser la voz inspiradora de mujeres y hombres en todo el mundo. Esto fue posible porque escogió escuchar a esa pequeña voz dentro de ella y de alguna manera ella sabía, muy dentro de ella, que fue puesta en esta tierra para algo más que tender la ropa sucia de otras personas.

Oprah Gail Winfrey (29 de enero 1954) es ahora una presentadora de televisión, actriz, productora y filántropo, mejor conocida por su show matutino en la TV norteamericana y que se ha convertido en el programa de mayor audiencia de su tipo en la historia.  Ha sido clasificada como la persona afroamericana más rica del siglo 20 y del 21 hasta el momento, el mayor filántropo negro en la historia de Estados Unidos, y fue una vez la única persona billonaria negra del mundo.  Ella es también, según algunas apreciaciones, la mujer más influyente del mundo.

¿Alguna vez te has referido a la gente exitosa y famosa como “ellos” y te has considera a tí mismo como del grupo “nosotros“?  ¿Te estás separando de los mortales Bill Gates, Oprah Winfrey y la Madre Teresa porque piensas que tienen algún tipo de “super talento”?

Posiblemente pienses que no sea solo talento, sino que tal vez tengan algún tipo especial de suerte, se encontraban en el lugar correcto en el momento adecuado, o tal vez pertenecen al grupo de los “pocos elegidos”. 

Aquí es donde te equivocas.  El efecto super héroe le puede suceder a cualquiera.  Oprah tiene la misma cantidad de tiempo en un día al igual que tú, Bill tiene la misma cantidad exacta de masa cerebral que tú, y tu corazón es tan grande como el de la Madre Teresa.

El concepto erróneo más grande sobre los “super héroes” y “super poderes” (ingenio astuto, carisma que fluye, creatividad innata), es que gente seleccionada fue bendecida con esos poderes desde el nacimiento, justo como leemos en los comics o vemos en las películas.

Agárrate fuerte porque te vamos a pasar un secreto:   TU TAMBIEN FUISTE BENDECIDO CON UN SUPER PODER DESDE EL NACIMIENTO.

Sólo necesitas encontrarlo, activarlo y cultivar ese regalo único y talento que tienes para hacer de este mundo un mejor lugar para la humanidad.

Lo único que separa el “nosotros” de “ellos” es una cosa:  CONOCIMIENTO.    Cuando tú conoces exactamente qué veniste a hacer aquí a la Tierra, entonces tú también accederas a tus “super poderes”.

No estamos hablando de combatir el crimen.  Por “super poderes” nos referimos a talentos naturales que se liberan cuando encontramos nuestro propósito.  Cuando los desatamos, creamos un mundo mejor.  Esto puede ser cualquier cosa, desde usar tu creatividad para hacer arte que toca a miles de vidas, o un corazón amoroso que te convierte en una madre fantástica, o tu habilidad especial de codificar un sitio web que cambia cómo el mundo interactúa por el internet.

Pronto los obstáculos, la confrontación y la resistencia desaparecerán.  Oportunidades se presentarán y cosas hermosas empezarán a suceder, no solo para tí sino para todas las vidas que tocas.

“Un héroe no es más valiente que otra persona…  sólo es valiente por 5 minutos más.”  ~  Ralph Waldo Emerson

–¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
–Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar –dijo el Gato.
–No me importa mucho el sitio… –dijo Alicia.
–Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes –dijo el Gato.
–… siempre que llegue a alguna parte –añadió Alicia como explicación.
–¡Oh, siempre llegarás a alguna parte –aseguró el Gato–, si caminas lo suficiente!
Lewis Carroll en “Alicia en el País de las Maravillas”.

Para llegar al lugar que quieres llegar es importante que sepas cuál es tu propósito en la vida.  Pero igualmente importante que definir tu propósito es definir tus metas.  ¿Cuál es la diferencia?  

La forma más sencilla de explicarlo es esta:  Tú alcanzas tus metas. Tú vives tu propósito.

En otras palabras, tu propósito es algo que sigue en marcha y que nunca finaliza; no es algo que alguna vez terminas o alcanzas.  Tu propósito es una descripción de lo que sería vivir tu vida ideal.  Las metas, por otra parte, son concretas y finitas; son algo que definitivamente puedes terminar y que deberías terminar.  Y cuando lo haces, te fijas nuevas metas y las alcanzas, llevándote a fijarte otras metas y así sucesivamente.

Las metas son como las señales de los kilómetros o millas en el camino de la vida; propósito es la dirección que el camino toma.

Primero debes aclarar cuál es tu propósito, luego ya puedes fijarte tus metas. 

¿En qué dirección vas?

“Si quieres sentirte conectado a tu intención, ten por seguro lo siguiente: solo encontrarás tu propósito en el servicio a los demás, y en estar conectado a algo mucho más amplio que tu cuerpo, mente o ego.” ~ Wayne Dyer en El Poder de la Intención 

Dyer continúa diciendo: “Sentirás que tienes un propósito cuando des tu vida al servicio de los demás. Cuando das a los demás, a tu planeta y a tu Fuente, tienes un propósito. Decidas lo que decidas, si te sientes motivado por el servicio a los demás y al mismo tiempo te desinteresas sinceramente de los posibles resultados, sentirás que tienes un propósito, independientemente de la abundancia que recibas a cambio.”

¿A qué estás conectado?

 “Me dormí y soñé que la vida es alegría. Desperté y vi que la vida es servicio. Actué y observé que el servicio es alegría.” ~ Rabindranath Tagore

“Lo que distingue al hombre inmaduro es que quiere morir noblemente por una causa, mientras que lo que distingue al hombre maduro es que quiere vivir humildemente por ella”  ~  Wilhelm Stekel

Dos amigos llamados José y Raúl asisten a un seminario sobre Desarrollo Personal y Ley de la Atracción.   Aprenden mucha información nueva, obtienen grandes enseñanzas, hacen varios nuevos amigos y cada uno regresa a casa sintiendo que tiene una nueva oportunidad en la vida.

Seis meses después, José y Raúl se encuentran de casualidad en una tienda de café.

José es el tipo de persona que todos quieren ser. Su rostro brilla de felicidad, es optimista, alegre y relajado. Le cuenta a Raúl que en los seis meses después del curso, consiguió un ascenso en el trabajo, dejó de fumar y encontró el amor de su vida.

Raúl no ha tenido tanta suerte. Está luchando para pagar sus deudas, nunca tiene tiempo para sí mismo, y pasa por lo que él llama una montaña rusa emocional:  su carrera y familia penden de un hilo, intentando cumplir plazos y expectativas.

En otras palabras, Raúl no es mejor de lo que era hace seis meses, cuando por primera vez asistió al seminario.

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre estas dos personas?

Los dos asistieron al mismo seminario. Ambos aprendieron las mismas cosas. Ambos salieron  con mucha confianza de que sus vidas estaban a punto de cambiar para mejorar.   Sin embargo, sólo uno de ellos tuvo éxito.

¿Qué hizo José que no hizo Raúl?

La respuesta es:  José fue disciplinado.

En los días, semanas y meses después del seminario, José hizo el hábito de practicar sus meditaciones y visualizaciones cada mañana al despertar, y todas las noches antes de irse a dormir.

Logró hacer diariamente sus afirmaciones positivas.  Supervisó su progreso y nunca se rindió – aun cuando a veces sus esfuerzos no daban resultados inmediatos.  Incluso buscó ayuda de otras personas más experimentadas para pedirles consejo.

José fue coherente, persistente y enfocado.

Pero esto no quiere decir que Raúl fue indisciplinado por completo. Él también intentó hacer sus visualizaciones, afirmaciones positivas, establecer sus intenciones y convertirse en una mejor persona.

La única diferencia fue que él no lo convirtió en un hábito diario. No dio el 100%. Con demasiada frecuencia, permitió que el estrés y la negatividad lo distrajeran de sus objetivos y de su crecimiento personal.

Como se puede ver, no fue la intención la que hizo la diferencia entre José y Raúl.  Ni siquiera fue el conocimiento o la actitud.  Fue la disciplina.

Ahora que sabes la respuesta, responde…   ¿Eres disciplinado en tus visualizaciones diarias?

Son las afirmaciones positivas una parte de tus hábitos diarios?    ¿Buscas ayuda cuando la necesitas?

Te mantienes siempre enfocado en lo que quieres de la vida?

“El dolor en la vida es inevitable.  Pero será el dolor de la disciplina o el dolor del arrepentimiento?”  ~  Jim Rohn

“Una de las principales debilidades de la humanidad es la familiaridad del hombre común y corriente con la palabra “imposible”. Él conoce todas las reglas que no funcionarán. Él sabe todas las cosas que no se pueden hacer. Este libro fue escrito para aquellos que buscan las  reglas que han hecho a otros exitosos y que están dispuestos a arriesgarlo todo por esas reglas.”  ~  Napoleon Hill en su libro “Piensa y Hazte Rico”.

Ahhh… “IMPOSIBLE”… qué palabra !   ¿Qué tan a menudo la usas?  Ojalá no sea mucho.

La idea de apostarlo todo por nuestros ideales suena muy atractiva.

Napoleon Hill inicia su libro con la historia de un personaje llamado Edwin C. Barnes, quien siendo de escasos recursos, él mismo se “pensaba” como socio de negocios de Thomas Edison.  Es una buena historia.  Edison podía sentir algo del propósito inquebrantable de Barnes y dijo lo siguiente: “Yo había aprendido, tras años de experiencia con los hombres, que cuando un hombre desea algo tan profundamente que está dispuesto a jugarse todo su futuro en un sola vuelta de la rueda con el fin de conseguirlo, es seguro que esa persona siempre gana”.

¿Y tú?  ¿Tienes un deseo ardiente de algo en tu vida en el que estarías dispuesto a jugarte todo tu futuro?

La regla No. 1 de pensar y hacerte rico es:  DEFINE TU PROPOSITO. Tienes que saber qué es lo que quieres.

Así que… ¿QUÉ QUIERES? ¿Cuál es tu mayor propósito en la vida?

“En verdad, los pensamientos son cosas, y son cosas muy poderosas cuando se mezclan con un propósito definido, la perseverancia y un ardiente deseo de su conversión a riquezas u otros objetos materiales”.  ~  Napoleon Hill

“El propósito de nuestras vidas es para dar a luz lo mejor que está dentro de nosotros”  ~  Williamson

Para poder alcanzar el éxito se necesita cumplir 3 requisitos fundamentales:

1.- Saber tu Propósito en la Vida.

Significa que puedes responder con seguridad a las siguientes preguntas:

Por qué estoy aquí? Qué deseo lograr? Cuál es mi propósito?

Para poder descubrir tu propósito, primero tienes que saber qué es lo que te apasiona. Porque la pasión te pone encima de las masas. La pasión te da energía.

Gente con mucha pasión = > Gente con mucha energía

Qué es lo que te gusta hacer?

Tienes que encontrar tus fortalezas y dones. Descubrir tus habilidades. Eso es lo que te guiará a tu propósito.

Tus habilidades promedio no emocionarán a nadie. Por eso, para estar encima del promedio debes encontrar lo que sabes hacer muy bien, tu talento natural, algo que haces arriba del promedio.

Encuéntralo y practícalo !

“Cada persona en el planeta es un genio.” ~ Robin Sharma en el libro “El Monje que vendió su Ferrari”.

Es muy recomfortante saber eso.  Está de acuerdo con un comentario de Paulo Coelho: “He aprendido la lección más importante de mi vida: que lo extraordinario no es el nacimiento de un elegido y de unos pocos privilegiados, sino de todas las personas, incluso las más humildes.  Esa es mi única certeza: que todos somos la manifestación de la divinidad de Dios.”

Robin Sharma continúa diciendo:  “Todos tenemos algo que se supone que debemos hacer.  Tu genio brillará y la felicidad llenará tu vida, en el  mismo instante en que descubres tu propósito superior y luego diriges todas tus energías hacia ella.”

Así que querido lector: ¿Cuál es tu propósito más elevado?  ¿Con qué fortalezas fuiste bendecido que están destinadas a estremecer al mundo?

Las grandes mentes tienen un propósito, las otras solo tienen deseos. – Washington Irving.

Todo es cuestión de actitud. 

Dos vendedores de zapatos fueron mandados a un país extranjero. 

El primero manda un e-mail a la compañía diciendo:
-“Cancela el pedido, estoy por regresar, aquí la gente no usa zapatos”.

El segundo manda un e-mail a la compañía diciendo:
-“dobla el pedido, no hay nada de competencia.”

Todos vivimos en el mismo planeta y bajo el mismo cielo, pero no todos sabemos ver el horizonte de la misma manera. Debemos tener una visión para nuestra vida, así tendremos un propósito por que luchar.

El propósito de la vida es tener una vida de propósito. – Robert Byrne, ajedrecista y periodista.

Es la pregunta que todos nos hacemos alguna vez en la vida, pero que pocos pueden contestar.  Cuál es nuestro propósito en la vida?

Es el propósito de tu vida recibir ascensos en el trabajo y volverte rico?  Claro que no.  Pero tu propósito bien podría ser encargarte de tu familia, darle las comodidades que se merecen y usar tu dinero para construirles una vida productiva.

Una vez que alcanzas tus propósitos, la abundancia es lo que fluirá a tí.