“El propósito también se convierte en una fuente de energía más poderosa cuando se pasa de estar motivado externamente a internamente. La motivación extrínseca refleja el deseo de obtener más de algo que sentimos que no tenemos suficiente: dinero, aprobación, posición social, poder o incluso amor. La motivación ‘intrínseca’ nace del deseo de participar en una actividad porque la valoramos por la satisfacción inherente que proporciona. Los investigadores han descubierto hace tiempo que la motivación intrínseca tiende a impulsar más la energía sostenible. Un estudio realizado por el Grupo de Investigación de Motivación Humana de la Universidad de Rochester descubrió, por ejemplo, que las personas cuya motivación era auténtica, definida como “auto-impuesta’, mostraron más interés, entusiasmo y confianza, así como una mayor persistencia, creatividad y rendimiento que un grupo controlado de sujetos que fueron motivados en gran parte por demandas y recompensas externas.” ~ Jim Loehr y Tony Schwartz en The Power of Full Engagement
¿Qué hay de ti? ¿De dónde viene tu motivación? ¿Estás haciendo todo lo posible para acumular dinero, alabanzas y juguetes? Bueno, eso sería una motivación extrínseca. No hay nada malo con el dinero, la alabanza y los juguetes, por supuesto, pero si esa es tu principal motivación entonces te estás perdiendo de algunas oportunidades para niveles más altos de creatividad y rendimiento.
El truco está en seguir a tu corazón. Para estar intrínsecamente motivado, construye tu vida desde adentro hacia fuera, haciendo las cosas que realmente te importan y que te hacen sentir bien cuando las haces, con o sin ningún tipo de recompensas potenciales. Como Ayn Rand dijo: “Debes ser el tipo de hombre que puede hacer que las cosas se hagan. Pero para hacer las cosas, tienes que amar el hacerlas, no las consecuencias secundarias.”
Así que, ¿qué te gusta hacer?
Enfócate en eso, y deja que las consecuencias secundarias fluyan a ti como un subproducto de tu pasión!