“El ejercicio resulta ser lo más parecido a una droga maravillosa que los científicos del autocontrol han descubierto. Para empezar, los beneficios del ejercicio en la fuerza de voluntad son inmediatos. Quince minutos en una caminadora reducen los antojos, esto se comprobó cuando los investigadores tratan de tentar a personas que hacen dieta con chocolate y a los fumadores con cigarrillos. Los efectos a largo plazo del ejercicio son aún más impresionantes. No sólo alivia el estrés cotidiano, también es un potente antidepresivo como el Prozac. Hacer ejercicio también mejora la biología de autocontrol mediante el aumento de la variabilidad del ritmo cardíaco y por el entrenamiento al cerebro. Cuando los neurocientíficos han observado el interior del cerebro de nuevos deportistas, han visto aumentos en la materia gris (células cerebrales) y en la materia blanca (el aislante de las células del cerebro que ayuda a comunicarse de forma rápida y eficiente con las demás). El ejercicio físico, como la meditación, hace que tu cerebro sea más grande y más rápido, y la corteza prefrontal muestra el mayor efecto del entrenamiento.” ~ Kelly McGonigal, Ph.D. en The Willpower Instinct
Ahora tenemos las 3 mejores prácticas para impulsar nuestra fuerza de voluntad:
1. Meditación
2. Respiración lenta
3. Ejercicio
Suena como un gran conjunto de fundamentos, ¿eh?
