¿Estás Dispuesto a Soñar?

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Este es un artículo reciente escrito por el Dr. Wayne Dyer en relación a su nuevo libro “Wishes Fulfilled”.

Mi definición favorita de éxito, que he citado en numerosas ocasiones, fue ofrecida por Henry David Thoreau a mediados del siglo 19 en Walden Pond: “Si uno avanza confiadamente en la dirección de sus sueños y se esfuerza por vivir la vida que se ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado en las horas comunes.” He puesto letra itálica a dos palabras en la definición de Thoreau del éxito, sueños e imaginar.

Lo que Thoreau está diciendo es tan importante para ti hoy. Tienes que estas dispuesto a soñar e imaginar todo lo que deseas ser. Si vives de esas imaginaciones, el universo se alineará contigo en traer todo lo que deseas, e incluso más de lo que imaginabas cuando estabas viviendo en un nivel ordinario de conciencia, o lo que Thoreau llama “horas comunes.” Ten en cuenta el axioma básico: todo lo que ahora existe fue una vez imaginado. Se deduce entonces que lo que quieres que exista para ti en el futuro, debe ser imaginado ahora.

Verás a medida que lees a través de estos fundamentos para cumplir tus deseos, que el uso de tu imaginación implica una mayor intensidad de tu parte que sólo imaginar un pensamiento de un deseo ocasional. En primer lugar debes desaprender algunas de las maneras en las que has estado haciendo mal uso o derroche de la capacidad que tu imaginación tiene para proporcionarte una habilidad sin límites para manifestar todo lo que deseas.  Thoreau lo llamó avanzar confiadamente en la dirección de tus propios sueños. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros hemos aprendido a hacer lo contrario con nuestra imaginación, y en su lugar la usamos regularmente para desarrollar hábitos mentales de avanzar precisamente en la dirección contraria a nuestros sueños más elevados.

En mi nuevo libro “Wishes Fulfilled”, también trato en profundidad cómo utilizar el “yo soy” y cómo vivir de tu consciencia de “yo soy Dios”, a partir de tu imaginación. Hay que recordar que “yo soy Dios” no se refiere a tu cuerpo de ninguna manera. Se refiere al espíritu inmortal, sin nacimiento, inmutable que permanece en todas las formas cambiantes que tu cuerpo toma en cada momento de tu vida temporal aquí en la Tierra.

Es importante que reconozcas algunos de los pasos en falso de la imaginación que impiden completar tus deseos. Recuerda que tu imaginación es tuya y sólo tuya. Tienes la capacidad innata para usarla en cualquier forma que elijas. Nadie más es responsable de tu imaginación. Todo lo que coloques en tu imaginación y que se mantenga ahí por un buen tiempo, en última instancia se convierte en tu realidad.

Nikos Kazantzakis refuerza esta idea al dar estas palabras a su personaje fantástico Zorba (en su libro “Zorba El Griego”) que siempre vivió su vida al máximo: “Al creer apasionadamente en algo que todavía no existe lo creamos. Lo inexistente es todo lo que no hemos deseado suficientemente.” Este es el poder de tu imaginación cuando lo que deseas se imagina lo suficiente como para que sea tu realidad. No disminuyas este gran regalo al usarla de una manera que es la antítesis de la naturaleza original de “yo soy Dios”.

Tal vez el uso indebido más común de la imaginación está haciendo hincapié en lo que no quieres para ti. Esta es la categoría más importante del mal uso de la imaginación. Comienza a prestar atención a tu conversación mental, y probablemente te sorprendas al encontrar frases como: Yo no merezco la prosperidad, siempre tengo mala suerte, las cosas nunca funcionan para mí, no estoy saludable y no puedo ser curado. Las personas altamente autorrealizadas simplemente no imaginan lo que no desean tener como su realidad.

Empieza a reconocer tu diálogo interno y a tener cuidado de mantener tu imaginación libre de pensamientos que no deseas que se materialicen. En su lugar, inicia la práctica de llenar tus pensamientos creativos de rebosantes ideas y deseos que tienes toda la intención de manifestar. Honra a tus fantasías e imaginación, independientemente que los demás te vean como un loco o algo imposible de lograr. Recuerda las palabras de Kazantzakis y apasionadamente cree en lo que está en tu imaginación y que todavía no existe en el plano físico.

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