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“La mayoría de lo que hacen los médicos para el tratamiento de las enfermedades de hoy en día no ayuda a prolongar la vida humana, en la mayoría de los casos, es casi inútil. ¿Por qué? Debido a que los medicamentos prescritos por los médicos estimulan comportamientos riesgosos en el estilo de vida de los pacientes, y continuar con sus elecciones de alimentación auto-destructiva. Le dan a los pacientes “permiso” para continuar con sus comportamientos pobres porque enmascaran los síntomas de la enfermedad. Los síntomas no son la patología real (o daño), sino que son sólo señales que la patología ha desarrollado. Tratar los síntomas no detiene el avance de la patología, lo cual con toda probabilidad seguirá empeorando. Esa “solución” es similar a tu mecánico “arreglando” la luz intermitente de la señal del aceite en el tablero de tu auto, simplemente cortando el cable de la luz. Si los medicamentos de hoy que suprimen los síntomas no estuvieran disponibles, los médicos y consejeros de salud insistirían más en hacer modificaciones eficaces al estilo de vida y por lo tanto sería más probable que se implementaran por los pacientes y la población en general.” ~ Joel Fuhrman, MD en su libro Super Immunity

Es un ejemplo muy poderoso.

Imagina que la luz del aceite está parpadeando. Conduces tu coche a donde tu mecánico favorito. Y él sólo corta el alambre para que la luz deje de parpadear.

El “síntoma” del problema se resuelve, pero, hmmmmm … todavía necesitas aceite y tu motor pronto tendrá una sorpresa desagradable.

Lo MISMO está pasando cuando tomamos medicamentos y medicinas.

Estamos enmascarando los síntomas, pero no estamos haciendo nada para resolver la cuestión de fondo. Y como resultado, nuestros “motores” (o sea nuestro propio cuerpo) se desmoronará con enfermedades del corazón, cáncer, diabetes, etc.

La clave:  Enfócate en la raíz del problema.