Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones, y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.
Pasaron unos meses y el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía, no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó. Encargó entonces la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió.
Al día siguiente, por la ventana, el monarca pudo observar que el ave aún continuaba inmóvil. Entonces decidió comunicarle a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.
A la mañana siguiente vio al halcón volando ágilmente por los jardines. El rey le dijo a su asistente: Traedme al autor de ese milagro. Su asistente rápidamente le presentó a un campesino.
El rey le preguntó: ¨¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago?¨.
Intimidado, el campesino le dijo al rey: “Fue fácil mi rey, sólo corté la rama, y el halcón voló, se dio cuenta que tenía alas y se lanzó a volar”.
September 23rd, 2011 at 1:47 pm
ME PARECE UNA GRAN LECCION. PORQUE REFLEJA LA LIMITACION HUMANA A DESCUBRIR QUE PUEDE REALIZAR TODO LO QUE SE PROPONE SOLO CON DAR UN PASO HACIA SUS METAS.