Imagina tener un problema muy grande. ¿Es ese un problema grande para todos los que lo tienen o sólo para ti?
Imagina a alguien que ha superado el mismo problema 20 veces. La magnitud del problema no le parecerá tan grande nunca más, y de hecho, es probable le sea fácil arreglarlo y manejarlo.
Entonces, el punto es que nunca es el problema el que causa ansiedad, miedo o desasosiego. Se trata en convertirte en más grande que cualquiera de tus problemas y aprender cómo manejarlos mentalmente y tratar con ellos de manera estratégica.
Vuélvete más grande desarrollando tu confianza, certeza y fuerza interior.
January 25th, 2013 at 10:15 am
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