Nunca dejes que un billete pase por tus manos sin gratitud, ya sea que lo guardes o saques de tu billetera.
Agradece a quien te dé dinero, y también a quien te dé el servicio o producto que estás pagando.
Honra el intercambio. Piensa en cuánta gente estás ayudando mientras circulas energía en forma de dinero. Haz de ésto una práctica espiritual.