El siguiente es un artículo escrito por el Dr. Robert Anthony, autor de varios libros sobre autoayuda y crecimiento personal.
“Dos años atrás recibí un e-mail de un amigo que decía, “Recién me encontré con un sitio Web que tiene una cita de uno de tus libros justo en la primera plana.”
Fui a revisar y así era, había una cita de mi libro, Fórmula Avanzada Para El Éxito Rotundo [Advanced Formula For Total Success], puesta destacadamente en la página principal.
Después de revisar el sitio Web estaba impresionado con el servicio que el dueño ofrecía. Lo contacté y le dije así. Además de la cita, me ofrecí a escribir un artículo breve respaldando su servicio. Él no podía creer que haría esto para él sin compensación.
Mi intención fue darle apoyo y ayudarlo a tener éxito. Incluso jamás se me ocurrió pedirle algo a cambio. Sabía que el universo se encargaría de cualquier “compensación.”
Como resultado de mi apoyo me encontré con que durante el año próximo él había incrementado sus ventas significativamente. Durante ese tiempo nunca nos mantuvimos en contacto y verdaderamente me había olvidado por completo.
Un año más tarde recibí un e-mail de él que decía, “Alguien me contactó porque vio su apoyo en mi sitio Web y decía que quería comunicarse con usted. Él dice es algo muy importante. ¿Quiere que le dé su dirección de correo electrónico personal?”
Aunque parezca extraño no tuve duda y dije, “Claro está, déselo.”
Ésta es la única comunicación que tuve con el dueño del sitio Web desde que le ayudé hace un año. Proseguí y contacté al hombre que le había escrito. Ese contacto cambió mi vida.
Como resultado, este individuo se convirtió en un íntimo amigo mío así como también mi mercantilizador y gerente comercial nuevo. ¡Como consecuencia, con su ayuda, mi negocio subió sobre el 500 %!
Todo esto viene de dar sin restricciones a alguien sin pedir nada a cambio. Éste fue un resultado claro y directo de la Ley de Reciprocidad (dar/recibir) en acción.
Una ley que NUNCA falla.”