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Cuando el poeta inglés Henley escribió las líneas proféticas: “Soy el dueño de mi destino, soy el capitán de mi alma”, debió habernos dicho que somos los dueños de nuestro destino, los capitanes de nuestra alma, porque tenemos el poder de controlar nuestros pensamientos.

Debió habernos dicho que nuestros cerebros magnetizan los pensamientos dominantes que tenemos en nuestras mentes, y que estos imanes nos “atraen” las fuerzas, la gente y las circunstancias de la vida que armonizan con la naturaleza de nuestros pensamientos dominantes.

 Debió habernos dicho que antes de poder acumular riquezas en gran abundancia, debemos magnetizar nuestra mente con el intenso deseo de riquezas, que debemos ser “conscientes del dinero” hasta que ese deseo de dinero nos impulse a crear planes definidos para adquirirlo.

Cada gran maestro nos dice lo importante que es controlar nuestra mente. Algo poderoso ocurre cuando enfocamos nuestra mente en una idea (buena o mala, por cierto).

Thoreau: “Si una persona avanza confiadamente en la dirección de sus sueños y trata de vivir la vida que imagina, encontrará un éxito inesperado. Su vida, tanto interior como exterior, será regida por nuevas leyes universales. Traspasará barreras invisibles, viejas leyes serán ampliadas e interpretadas a su favor de un modo más liberal, y empezará a vivir bajo leyes de una orden de seres más elevados”.

W.H. Murray: “Mientras no estemos totalmente comprometidos habrá indecisión, existirá la posibilidad de echarse atrás y habrá siempre ineficacia. En relación con todos los actos de iniciativa y de creación, hay una sola verdad elemental, cuya ignorancia mata innumerables ideas y planes esplendidos: en el momento en que uno se compromete firmemente, la providencia se pone también en movimiento. De la decisión surge todo un caudal de sucesos que provoca todo tipo de incidentes imprevistos a nuestro favor, causa encuentros casuales y trae la ayuda material que nadie habría imaginado encontrar. He adquirido un profundo respeto por unas palabras de Goethe: “Cualquier cosa que puedas hacer o soñar que puedes hacer, comienza a hacerla ya. La audacia tiene genio, poder y magia. Comienza ahora! “”.

Paulo Coelho: “Cuando quieres algo, todo el universo conspira para ayudarte a conseguirlo”.

Ahora la pregunta es:  ¿Qué hay de ti?  ¿Cuáles son tus pensamientos (magnéticos) dominantes?  Establece tu propósito definitivo. Ve por tus más grandes sueños. Pasa a través de la barrera invisible, muévete con la Providencia y mira cómo el Universo conspira para tu éxito.

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